José Arce es un Terapeuta Canino que reconecta a los humanos con sus perros
Las personas y los perros somos muy parecidos. Pero esto no quiere decir que la convivencia funcione sin problemas.
Cuando paseo por mi ciudad, Palma de Mallorca, o por cualquier otra ciudad europea, veo cada vez más personas con sus perros. Esto me hace feliz, porque realmente quiero a los perros. Aunque desgraciadamente a menudo me doy cuenta con un simple vistazo que en la relación entre la persona y el perro algo no funciona. Algunos perros tiran enloquecida mente de la correa, otros caminan muy por delante alejándose de sus dueños, y por el contrario los hay que se quedan tan atrás que ya ni se puede saber quiénes son sus dueños. También hay perros que se lanzan atacando a otros perros como si les hubiera picado un bicho raro, otros atacan o ladran a las motocicletas o incluso a personas. Algunos perros se asustan con facilidad y se esconden detrás de sus dueños cada vez que ven algo nuevo. Y qué hacemos las personas? Algunos cogen la correa con fuerza enrollándola en la muñeca cuando ven a otro perro a lo lejos e intentan tranquilizar a su perro hablándole. O simplemente lo cogen en brazos en cualquier situación "problemática", siempre que el peso del perro se lo permita.
Luego están los otros que llevan al perro con la correa extensible y le dejan moverse por todo sin preocuparse lo más mínimo de lo que hace el perro, ya que piensan que su perro les hace caso siempre y que así les sigue.
Bueno, tengo que admitir que las situaciones que he nombrado son un poco rebuscadas. Pero lo que deseo mostrar es que a menudo la persona no tiene el control de la situación, y de esta forma es fácil que el paseo sea algo estresante.
Cuando el paseo con nuestro perro no funciona, seguramente es la base del problema en nuestra relación con el perro. Esto puede sonar preocupante, pero por otro lado significa que el paseo puede volver a ser un placer para los dos una vez que sabemos cómo realmente hacerlo. También será placentero para nosotros cuando sepamos cómo comportarnos ante los malos vicios de nuestro perro que afectan a nuestra conducta hacia ellos y hacen que sin razón verdadera todo sea un constante estrés.
Es nuestro deber responsabilizarnos que todos los perros tengan una vida digna
José visita a sus clientes en sus casas, allí analiza la situación y el problema, tanto del perro cómo del propietario.
Enseguida José muestra al propietario cómo solucionar el problema.
El propietario nota en ese mismo momento un cambio en la conducta de su perro.
José se va de la casa cuando el propietario ha entendido cómo tiene que comportarse a partir de ahora con su perro.
A menudo los clientes de José se sorprenden al darse cuenta que con tan sólo una visita de José es suficiente.